jueves, 31 de agosto de 2017

El vacío


El vacío está lleno
de angustia irrespirable.
Es el monstruo supremo
el abismo infinito
donde habitan los demonios del pensamiento.
Aquí viene,
enrabietado, furioso.
El niño de entonces
siente su amenaza
y su miedo crece y crece.
Se queda inmóvil, frío
lleno del terror del desamparo
anhelando el orondo vientre de la madre.
Es el gran vértigo del miedo
a estar completamente solo
a ser culpable para siempre
y sufrir eternamente
la condena de no ser amado.

Entro en el furibundo vacío
hasta las raíces.
Y no muero.
Sigo respirando.
Aguanto con coraje
en un silencio fértil,
germinante, creador.
Y permanezco así
en la eternidad del instante
en la inmensidad del amor
tomado de la mano del vacío.

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